En el Día del Árbol, Cruz Verde lanza campaña para sembrar árboles por compras en canales digitales
Con la campaña “Compras y Siembras”, Cruz Verde espera plantar 2.000 árboles en 2025, que capturarían 320 toneladas de dióxido de carbono al año.
La restauración de ecosistemas permite mitigar el cambio climático. Más allá de un impacto directo en las emisiones, fortalece la biodiversidad, regula las inundaciones, mejora la calidad del agua y reduce la erosión del suelo
La reforestación es una inversión social. Según el Banco Mundial, el sector forestal genera el 1 % de los empleos en todo el mundo, contando con cerca de 33 millones de personas.
Bogotá, abril de 2025. Cada año, el planeta pierde más de 15.000 millones de árboles en el mundo, 42 millones cada día, una cifra alarmante si se considera que solo se reponen alrededor de 1.800 millones. Es decir, por cada 8 árboles talados, apenas se siembra 1. Esta preocupante pérdida de cobertura forestal no solo reduce la capacidad para capturar carbono, sino que también afecta la biodiversidad, el acceso al agua, la seguridad alimentaria y el bienestar de muchas personas que dependen directa o indirectamente de los bosques.
Frente a esta realidad, y en conmemoración del Día del Árbol, Cruz Verde lanza su tercera campaña “Compras y Siembras” en alianza con la empresa Bosque Nagal, comprometiéndose a donar el costo del domicilio para la siembra de árboles. A raíz de esta iniciativa, se espera realizar varias jornadas durante 2025, con el objetivo de cumplir la meta de plantar 2000 especies, que capturarían 320 toneladas de dióxido de carbono al año.
Lo anterior, se suma al trabajo continuo que viene adelantando Cruz Verde, con más de 5.000 árboles sembrados en conjunto con ocho comunidades campesinas en cinco departamentos de Colombia, aportando desde su rol corporativo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el fin de la pobreza, el hambre cero, la acción por el clima y la vida de los ecosistemas terrestres.
La reforestación debe ser parte fundamental del futuro, ya que es una de las estrategias más costo-efectivas para mitigar el cambio climático. No solo permite aumentar la captura de CO2 y revitalizar suelos degradados, sino que, cuando se brinda un cuidado continuo a las plantaciones, puede llegar a capturar carbono hasta diez veces a un costo menor, en comparación con otras soluciones. Por ello, sumado a los árboles sembrados por la organización, Cruz Verde cuenta con planes de acompañamiento y cuidado hasta por tres años, una medida esencial para asegurar su crecimiento adecuado.
Para Jhon Chamorro, gerente financiero y administrativo de Cruz Verde, el verdadero reto está en no perder de vista el largo plazo: “reforestar no es una carrera de velocidad, sino de constancia. Cada acción debe mantenerse en el tiempo para generar un impacto real. En Cruz Verde tenemos claro que le debemos un mundo más sostenible a las generaciones futuras, y para lograrlo es fundamental trabajar de manera conjunta con todos los sectores de la sociedad. Gracias al trabajo colaborativo con comunidades y aliados, hoy son más de 6.600 los árboles que hemos sembrado y acompañado en su crecimiento y que actualmente están capturando más de 800 toneladas de CO₂ al año”.
Además, la restauración ecológica es una inversión social. Según el Banco Mundial, el sector forestal genera el 1 % de los empleos en todo el mundo, contando con cerca de 33 millones de personas, de las cuales más del 90 % viven en situación de pobreza extrema y dependen de los bosques para su subsistencia. Cuando se involucra a las comunidades, la reforestación impulsa el empleo rural, fortalece el tejido social y recupera saberes ancestrales relacionados con la tierra. De esta manera, sembrar árboles también crea oportunidades.
Finalmente, campañas como “Compras y Siembras” reafirman el poder de las decisiones cotidianas para generar impacto positivo. Sembrar un árbol es mucho más que una acción simbólica, es una apuesta por la vida, por el futuro y por un desarrollo verdaderamente sostenible. Desde Cruz Verde, el compromiso es claro: seguir construyendo, junto a comunidades y aliados, un país más biodiverso, resiliente y justo para las generaciones que vienen.